EXPRESANDO TU ACTITUD PLENA

¿Te fuiste dando cuenta de que tu actitud corporal es un reflejo de tu actitud emocional y mental? En palabras de Alexander Lowen, creador de la Bioenergética, “tú eres la suma total de tus experiencias vitales, cada una de las cuales está registrada en tu personalidad y estructurada en tu cuerpo”.


TU CUERPO TE EXPRESA.


Tu actitud frente a la vida se manifiesta en la manera en que respiras, te tensas o te desplomas, te paras, te mueves, te conduces. Es fácil diferenciar una persona llena de energía, bien plantada, comunicativa, de otra sombría, rígida, aislada, de una tercera agobiada, con la espalda encorvada y la cabeza hundida.

Acostumbrados a “enrollarnos” en lo mental o a abrumarnos en lo emocional, hemos perdido la experiencia de atender a la sabiduría de nuestro cuerpo. Ten en cuenta que tus síntomas, enfermedades, dolores te “hablan” de tus dificultades, de lo que has vivido y no puedes liberar, de lo que puedes vivir y temes. Todo lo que has vivenciado está en tus células: ellas saben. Escucha.

¿Cómo? Comienza por escuchar tu postura.


PARA VIVENCIAR


• POSICIÓN 1: Párate y lleva tu pelvis lo más atrás que puedas. Haz tu curvatura lumbar muy exagerada y observa cómo tu pecho y tu cabeza se adelantan y tu cuerpo tiende a la rigidez. Pregúntate:


¿Qué lugares percibes tensos o incómodos?
¿Tienes que hacer fuerza en alguna parte para sostenerte?
¿Qué zonas notas menos?
¿De qué forma respiras?
¿Qué sientes?
¿Qué pensamientos aparecen asociados a esa actitud?
¿Cómo te identificas con ella?
¿Conoces a alguien que se para así?


• POSICIÓN 2: Muévete un poco para liberar la postura. Ahora, párate llevando la pelvis hacia delante hasta que desaparezca la curvatura lumbar (sacarás panza). Notarás que tus hombros y tu pecho se hunden y tu cabeza tiende a caer. Vuelve a hacerte las mismas preguntas. Obtendrás respuestas muy diferentes...

• Quizás, registraste que la gravedad (esa fuerza invisible que nos atrae hacia la tierra) te juega una mala pasada en estas dos posiciones: tienes que esforzar los músculos para no caerte. Centrar tu cuerpo con un eje que lo sostenga te hará sentir liviano y abierto. ¡Manos a la obra!


• POSICIÓN 3: UNA ACTITUD CENTRADA Y ARMONIOSA

- Párate con los pies un poco separados, apuntando al frente,
- las rodillas apenas flexionadas,
- vuelve a la segunda posición (con la pelvis adelante) y lentamente busca un lugar intermedio de la pelvis, en la que sientas cómoda la curvatura lumbar, (hazlo con paciencia, sensibilidad y atención: la pelvis es la clave de la postura),
- notarás que comienzas a “crecer” y que tu pecho se abre suavemente,
- rota los hombros hacia atrás y deja caer los brazos flojos,
- toma tus cabellos en la cúspide de la cabeza (la mollera) y estira el cuello, mirando al horizonte.
- Otra vez, hazte las preguntas del inicio.

Al realizar esta práctica te puedes llevar un par de sorpresas... espero que te resulten buenas! No olvides que toda experiencia es una oportunidad de aprender, que te ayudará a crecer.


Si la actitud general del cuerpo, te da una idea de tu personalidad, cada parte también expresa algo tuyo. ¿Un ejemplo?:


PARA VIVENCIAR

• Párate como lo haces habitualmente. Observa cómo colocaste los pies.
• ¿Apuntando para adentro? ¿Hacia fuera, como un pato? ¿Derechos, dirigidos al frente? ¿Con el peso en los metatarsos, en los talones o en el arco?
• Cada posición implica una forma distinta de contactarte con el suelo, la gravedad y la realidad y de enfrentarte a los acontecimientos de la vida.
• Adopta las distintas posturas y fíjate qué te indican.

¿PARA QUE HACERLO?
Tu cuerpo está generalmente fijado en algunas actitudes, como corolario de lo que has vivenciado, principalmente en tus primeros años. Liberarlo de ello hará que puedas vivir plena y libremente lo que te está sucediendo ahora. Al equilibrar tu actitud, la vivenciarás lo suficientemente flexible y armoniosa como para acompañarte en todas tus actividades y sentimientos.

¡QUE MARAVILLOSA SENSACIÓN LA DEL CUERPO VITAL, CENTRADO, PLENO DE ENERGIA, ENTUSIASMO Y PROPÓSITO!

Hacer un camino de evolución personal incluyendo al cuerpo es altamente transformador. Mientras, desde lo mental, tiendes a racionalizar, juzgar o divagar, el cuerpo es un noble aliado que te responde rápida y efectivamente, produciendo cambios concretos. Y no olvides lo espiritual. El cuerpo y su energía son un sistema de altísima magnitud, que espeja y actúa los demás niveles.

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