Ralph W. Emerson dijo: “Tu opinión sobre el mundo es la expresión de tu propio carácter”. ¿Pensaste hasta qué punto tu actitud condiciona lo que piensas, vives y encuentras en tu mundo?
¿Crees que la actitud es una reacción al entorno, algo estático y terminado o una creación permanente, una construcción que se alimenta de sueños, realidades y convicciones?
Reacción o creación, tú o el mundo, sueño o realidad. Parecen opuestos, pero no lo son:
• El mundo, ¿no será tu forma particular de percibirlo, de acuerdo a lo que has vivido y a lo que la sociedad te ha inculcado? ¿Potenciarías otro mundo para ti?
• Tu sueño, ¿es posible que sea un proyecto para otra realidad?
• Tu reacción a lo conocido, ¿podrá ser la base para la creación de algo nuevo?
Te invito a gestar una percepción diferente, a ingresar a experiencias novedosas, a sentir de otra manera, a inaugurar tu realidad.
¿Me acompañas?
Una madre con su bebé.
Un guerrillero.
Un artista callejero.
Una voluntaria de la Cruz Roja.
Un dirigente sindical.
Una socia de una empresa.
¿Quién de ellos combatirá la vida y quién la danzará, la abrazará? Depende de la actitud, ¿no es cierto?
Es muy posible que no hayas pensado en abrazar la vida, porque, por lo general, la única posibilidad que te presentan es que tienes que luchar, defenderte, sacrificarte, esforzarte al máximo...¡y tú sigues peleándola!
¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE ESTO?
El estrés es más que la palabra de moda: es el resultado de esa actitud.
Y las secuelas del estrés son más insidiosas de lo que crees. ¿Podrías tomar unos momentos para observarte?
• ¿Cómo está tu respiración
- lenta / rápida / profunda / superficial
- en el pecho / en la panza
• ¿Cómo percibes tu cuerpo?
- relajado / tenso / contracturado / dolorido
- en una postura cómoda / incómoda / desestructurada / armoniosa
• ¿Cómo te sientes?
- tranquilo / triste / enojado / alegre / anestesiado
-
• ¿Cómo está tu mente?
- equilibrada / confusa / abrumada / feliz / estresada
¿Cuál es el balance?:
Si registraste tensiones de todo tipo... te invito a que abandones la “Escuela ¡Luche por la Vida!” e ingreses a una nueva, una en la que puedas cambiar la actitud y la forma de percibir el mundo:
¡BIENVENIDO A LA “ESCUELA PARA ABRAZAR LA VIDA”!
¿Cuál es el propósito de esta Escuela? Que te conozcas en tu genuina naturaleza (un ser humano único y maravilloso, dotado de un cuerpomente animado por la energía y el amor del Espíritu, transitando un aprendizaje continuo, hacia un potencial espléndido) y puedas vivir en el momento, percibiendo la abundancia y la alegría que contiene cada instante.
¿Cómo?
Comencemos por tus tensiones:
PARA VIVENCIAR
• Sentado o parado, como prefieras:
• Junta o entrelaza las manos, estira los brazos lo más adelante que puedas y baja la cabeza; elonga la espalda placenteramente.
• Estira hacia arriba, abriendo las axilas. No te olvides de respirar.
• Inclina un poco el torso hacia la izquierda y la derecha, como si quisieras desprender la cintura. No te fuerces ni exijas tu cuerpo: hazlo suave y agradablemente.
• Junta las manos atrás y estira los brazos, abriendo el pecho.
• Estira las piernas, primero con los pies apuntando al frente (con lo que elongas la parte anterior) y luego con los pies para arriba (con lo que estiras la parte posterior).
• Golpea el piso con los pies unas cuantas veces, liberando el resto de las tensiones y conectándote con tu cuerpo y tu energía.
• Bosteza ampliamente (si puedes, exhala con “ruido”, ¡descárgate!), o haz gestos con la cara, abriendo grande la boca.
• Continúa parado (con la columna derecha y los pies bien asentados en el piso) o siéntate cómodamente: los pies separados, apoyados en el suelo, la espalda recta (no rígida), bien atrás en el asiento. En ambos casos, los hombros sueltos, el pecho abierto, el ceño distendido, la mandíbula floja (separa los labios y los dientes).
• Respira. Poco a poco, deja que la respiración se vaya ampliando, haciéndose profunda y pausada.
• Imagina que, en cada exhalación, vas soltando las tensiones emocionales y mentales. Confía en tu intención de liberar todo lo que cargas innecesariamente en el cuerpo y la mente.
• Siente que la quietud se instala en tu corazón, mientras la respiración y la energía se expanden más y más. Dite: “AQUÍ Y AHORA, YO SOY ... (tu nombre) Y TENGO EL PLENO PODER DE TODOS MIS RECURSOS Y POSIBILIDADES”.
¿Cómo te sientes? ¿Más centrado, libre, calmado, confiado? ¿Te diste cuenta que crear una mejor actitud es más sencillo de lo que crees?
¿PARA QUÉ HACERLO?
Los pocos minutos que dediques a esta práctica obrarán maravillas en tu ánimo y tu salud. Hazla unas cuantas veces al día. Puedes usarla, por ejemplo, cuando estás contracturado en la oficina, estresado, saturado frente a muchas demandas, necesitas una pausa para tomar una decisión, no puedes dormir... o simplemente deseas disfrutar un momento contigo mismo.
Un cambio es una suma de momentos, que te llevan, lentamente pero con seguridad, hacia lo que deseas. Continúa observando tus pautas respiratorias, percibiendo los cambios corporales, emocionales, mentales:
CONOCERTE ES EL PRIMER PASO HACIA EL CAMBIO. TU BIENESTAR ES POSIBLE.
CONOCIENDO Y CAMBIANDO TU ACTITUD
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