ARMONIZANDO LAS DUALIDADES

DIA Y NOCHE.
LUZ Y OSCURIDAD.
¿Opuestos?
¿Dos caras de una misma moneda?
¿Qué crees?

¿Sabes que lo que piensas sobre este tema es más importante de lo que imaginas?
¿Por qué?

Porque vives entre DUALIDADES.

Femenino / Masculino. Alto / Bajo. Norte / Sur. Pobre / Rico. Bueno / Malo. Caliente / Frío. Blanco / Negro. Gordo / Delgado. Lindo / Feo. Vida / Muerte.
Tú registras el mundo en estos términos y raramente tomas conciencia de ello, ¿no es cierto?

¿Cuál es el problema?
Piensa, ¿no te la pasas dividido entre opuestos?, ¿deseando uno y rechazando el otro?, ¿tratando de alcanzar uno y huyendo del otro?, ¿queriendo ser uno y temiendo el otro?
¿Te das cuenta la importancia de las dualidades? ¿Qué tiene eso que ver con la actitud?

Muchísimo. ¿Cómo te sientes cuando parece que “la oscuridad” se apodera de tu vida? Recuerda...
¿Restringes la respiración?
¿Te contraes?
¿Te endureces?
¿Te aíslas?
¿Peleas?
¿Te enfermas?

En síntesis, te pasas completamente del lado de la oscuridad. Te “olvidas” de abrirte, expandirte, unirte, fluir, sanarte.

Si tu cuerpomente es un todo que interactúa y esto se refleja en tu actitud: ¿cómo esperas atravesar la oscuridad, si estás duro y cerrado como un soldado? Sólo lo puedes hacer si combates y lo que estás tratando de evitar es justamente esta posición. ¿Qué hacer, entonces?

ENCUENTRA LA ARMONIA

Las famosas dualidades son nada más que oportunidades para aprender a través de los extremos. Cualquier experiencia “negativa” conlleva una lección: generalmente, es una resistencia a dejar lo viejo y conocido, a incorporar una actitud novedosa, a crecer más abierta, sabia y amorosamente. Una vez que experimentaste la enseñanza de esa lección, no necesitas seguir “pegado” a ella: puedes liberarla.

¿Recuerdas que recién mencioné atravesar la oscuridad? De eso se trata:


No huyas. No pelees. No te resistas. No te contraigas. No te enojes.

OBSERVA LO QUE SUCEDE

ACEPTA

ÁBRETE A LA ENSEÑANZA QUE ESA EXPERIENCIA TRAE A TU VIDA

LIBERA LO QUE YA NO TE REPRESENTE

CREE QUE PUEDES

CREA LO QUE NECESITES PARA SER FELIZ


¿Qué significa aceptar? No es resignarse, renunciar, someterse, conformarse.
Aceptar es una actitud vital, que libera una gran cantidad de energía usada en luchar y rechazar, y que puede ser utilizada para crear. Es confiar en que todo lo que sucede tiene un propósito y que la Vida se irá desenvolviendo de manera de conducirte hacia lo mejor para ti. Es comprender que no sabes todo y abrirte a una nueva posibilidad que la Vida te ofrece con generosidad.

¿Cómo llevarlo a tu vida cotidiana?

PARA VIVENCIAR

• Toma una hoja, divídela en dos y escribe de un lado todo lo “POSITIVO” que eres o que haces y del otro lado lo “NEGATIVO”.
- Por ejemplo, “soy sociable, me gusta la gente / me cuesta relacionarme cuando no conozco a nadie en una reunión”, “soy generoso con mis amigos / soy avaro con mis libros”, “soy cariñoso con mis hijos / no demuestro afecto a mi esposa”, “me cuido en las comidas / a veces, hago dietas extremas, porque no me gusto”.
- ¿Cuál es el propósito? Darte cuenta de que, en ti, conviven los dos extremos, que nada está afuera de tu mundo, así dejarás de proyectar las virtudes y defectos en los demás y podrás aceptarlos como partes tuyas.
- Recuerda que tú eres más que tus dualidades. Como todo el mundo, las tienes y van cambiando con el tiempo, pero no te defines por ellas: TÚ ERES UN SER HUMANO INTEGRO Y MARAVILLOSO, EN CONSTANTE EVOLUCION.

• Observa tu actitud frente a las partes “negativas” o a los problemas:
- ¿Huyes, los niegas, te paralizas por el miedo, te enfermas, te estresas, te sobreexiges, te enojas, te avergüenzas, te culpas, no te los puedes sacar de la cabeza, por ejemplo?

• Cuando tomes conciencia de alguno de estos comportamientos:
- Percibe si cortas o restringes la respiración y comienza a respirar lo más lentamente que la situación te permita.
- Toma nota de tus tensiones y trata de relajar tu cuerpo, soltando la musculatura con la exhalación.
- Acepta lo que sientas, lo que piensas, lo que sucede; no te critiques ni te juzgues.
- Pregúntate qué aprendizaje trae esa experiencia, qué puedes modificar, qué nueva actitud es posible construir.
- Por ejemplo: si critican algo que hiciste y tú acostumbras enojarte, respira, relájate y dile a tu interlocutor: “no pensé en esa posibilidad, ¿cómo lo harías tú?”. Con esto, continúas en dominio de tu persona y puedes seguir conversando y quizás aprendiendo algo nuevo, al transformar la crítica en aporte o, en todo caso, disolviéndola con tu actitud positiva.


¿PARA QUÉ HACERLO?
Porque, poco a poco, aprenderás que respirando, relajándote y aceptando todas las circunstancias internas o externas, puedes usar cualquier experiencia para construir algo nuevo y mejor, con compasión, sabiduría y alegría.

Sin importar lo que está sucediendo, la Luz ilumina cualquier oscuridad. Una vela es capaz de abrir la noche más densa. Comienza por reencontrarte con tu luz interna, escucharla y dejarla crecer, hasta que guíe tu camino.

No hay comentarios: