Ralph W. Emerson dijo: “Tu opinión sobre el mundo es la expresión de tu propio carácter”. ¿Pensaste hasta qué punto tu actitud condiciona lo que piensas, vives y encuentras en tu mundo?
¿Crees que la actitud es una reacción al entorno, algo estático y terminado o una creación permanente, una construcción que se alimenta de sueños, realidades y convicciones?
Reacción o creación, tú o el mundo, sueño o realidad. Parecen opuestos, pero no lo son:
• El mundo, ¿no será tu forma particular de percibirlo, de acuerdo a lo que has vivido y a lo que la sociedad te ha inculcado? ¿Potenciarías otro mundo para ti?
• Tu sueño, ¿es posible que sea un proyecto para otra realidad?
• Tu reacción a lo conocido, ¿podrá ser la base para la creación de algo nuevo?
Te invito a gestar una percepción diferente, a ingresar a experiencias novedosas, a sentir de otra manera, a inaugurar tu realidad.
¿Me acompañas?
Una madre con su bebé.
Un guerrillero.
Un artista callejero.
Una voluntaria de la Cruz Roja.
Un dirigente sindical.
Una socia de una empresa.
¿Quién de ellos combatirá la vida y quién la danzará, la abrazará? Depende de la actitud, ¿no es cierto?
Es muy posible que no hayas pensado en abrazar la vida, porque, por lo general, la única posibilidad que te presentan es que tienes que luchar, defenderte, sacrificarte, esforzarte al máximo...¡y tú sigues peleándola!
¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE ESTO?
El estrés es más que la palabra de moda: es el resultado de esa actitud.
Y las secuelas del estrés son más insidiosas de lo que crees. ¿Podrías tomar unos momentos para observarte?
• ¿Cómo está tu respiración
- lenta / rápida / profunda / superficial
- en el pecho / en la panza
• ¿Cómo percibes tu cuerpo?
- relajado / tenso / contracturado / dolorido
- en una postura cómoda / incómoda / desestructurada / armoniosa
• ¿Cómo te sientes?
- tranquilo / triste / enojado / alegre / anestesiado
-
• ¿Cómo está tu mente?
- equilibrada / confusa / abrumada / feliz / estresada
¿Cuál es el balance?:
Si registraste tensiones de todo tipo... te invito a que abandones la “Escuela ¡Luche por la Vida!” e ingreses a una nueva, una en la que puedas cambiar la actitud y la forma de percibir el mundo:
¡BIENVENIDO A LA “ESCUELA PARA ABRAZAR LA VIDA”!
¿Cuál es el propósito de esta Escuela? Que te conozcas en tu genuina naturaleza (un ser humano único y maravilloso, dotado de un cuerpomente animado por la energía y el amor del Espíritu, transitando un aprendizaje continuo, hacia un potencial espléndido) y puedas vivir en el momento, percibiendo la abundancia y la alegría que contiene cada instante.
¿Cómo?
Comencemos por tus tensiones:
PARA VIVENCIAR
• Sentado o parado, como prefieras:
• Junta o entrelaza las manos, estira los brazos lo más adelante que puedas y baja la cabeza; elonga la espalda placenteramente.
• Estira hacia arriba, abriendo las axilas. No te olvides de respirar.
• Inclina un poco el torso hacia la izquierda y la derecha, como si quisieras desprender la cintura. No te fuerces ni exijas tu cuerpo: hazlo suave y agradablemente.
• Junta las manos atrás y estira los brazos, abriendo el pecho.
• Estira las piernas, primero con los pies apuntando al frente (con lo que elongas la parte anterior) y luego con los pies para arriba (con lo que estiras la parte posterior).
• Golpea el piso con los pies unas cuantas veces, liberando el resto de las tensiones y conectándote con tu cuerpo y tu energía.
• Bosteza ampliamente (si puedes, exhala con “ruido”, ¡descárgate!), o haz gestos con la cara, abriendo grande la boca.
• Continúa parado (con la columna derecha y los pies bien asentados en el piso) o siéntate cómodamente: los pies separados, apoyados en el suelo, la espalda recta (no rígida), bien atrás en el asiento. En ambos casos, los hombros sueltos, el pecho abierto, el ceño distendido, la mandíbula floja (separa los labios y los dientes).
• Respira. Poco a poco, deja que la respiración se vaya ampliando, haciéndose profunda y pausada.
• Imagina que, en cada exhalación, vas soltando las tensiones emocionales y mentales. Confía en tu intención de liberar todo lo que cargas innecesariamente en el cuerpo y la mente.
• Siente que la quietud se instala en tu corazón, mientras la respiración y la energía se expanden más y más. Dite: “AQUÍ Y AHORA, YO SOY ... (tu nombre) Y TENGO EL PLENO PODER DE TODOS MIS RECURSOS Y POSIBILIDADES”.
¿Cómo te sientes? ¿Más centrado, libre, calmado, confiado? ¿Te diste cuenta que crear una mejor actitud es más sencillo de lo que crees?
¿PARA QUÉ HACERLO?
Los pocos minutos que dediques a esta práctica obrarán maravillas en tu ánimo y tu salud. Hazla unas cuantas veces al día. Puedes usarla, por ejemplo, cuando estás contracturado en la oficina, estresado, saturado frente a muchas demandas, necesitas una pausa para tomar una decisión, no puedes dormir... o simplemente deseas disfrutar un momento contigo mismo.
Un cambio es una suma de momentos, que te llevan, lentamente pero con seguridad, hacia lo que deseas. Continúa observando tus pautas respiratorias, percibiendo los cambios corporales, emocionales, mentales:
CONOCERTE ES EL PRIMER PASO HACIA EL CAMBIO. TU BIENESTAR ES POSIBLE.
CONOCIENDO Y CAMBIANDO TU ACTITUD
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Etiquetas: abrazar la vida, actitud positiva, autoestima, cambio de actitud, desarrollo personal, el secreto, ley de atracción, nueva energía, nueva tierra, psicología
POTENCIANDO TU CUERPOMENTE
¿Qué fuiste registrando sobre tu respiración, sensaciones, sentimientos y pensamientos desde que abrazaste la vida?
¿Te diste cuenta de que tu cuerpo se transforma de acuerdo a cómo tus sentimientos y pensamientos van cambiando? No te percibes igual cuando estás alegre y entusiasmado que cuando estás enojado y frustrado.
Tu cuerpo y tu mente interactúan, son un todo:
tu CUERPOMENTE es la base de tu estado físico-emocional-mental
¿Cómo? Veamos una situación:
Si tú viviste un hecho muy traumático o muchos sucesos que te provocaron miedo y no pudiste expresarlo, tu cuerpo habrá adoptado una actitud física de “contracción”, la cual se habrá fijado en tu respiración y tu tono muscular, junto con un cierto patrón emocional y mental. Esta actitud se ha tornado invariable e involuntaria, “natural”.
Ahora, lo que sientes y expresas ya no es espontáneo, en respuesta a una situación nueva, sino que eres, vives y te mueves dentro de esa actitud prefijada (de miedo constante, en este ejemplo, pero también puede ser de negación, culpa, vergüenza, ira).
Como esta situación, surgen muchas otras, que tú incorporas como tuyas y al conjunto las denominas YO. Pero tú eres mucho más que tu yo, tu ego, tu personalidad, como sea que los llames. Tú eres un mundo en ti mismo, pleno de recursos y potencialidades. Capaz de aprender y crecer hasta el fin, abierto a tu belleza y poder internos. El que te autolimites a tu “yo” es algo inculcado por los otros.
¿De qué te servirá saber esto?:
¿Has pensado que tú, sin darte cuenta, has perdido gran parte de tu poder en manos de personas o instituciones, en emociones descontroladas y pensamientos negativos, corriendo tras cosas materiales que la sociedad te vende que debes tener, individuos que te dicen qué debes hacer, limitaciones internas que te susurran lo que debes ser?
Es hora de que recuperes el poder con que estás investido por propio derecho. Es tiempo de que tengas el pleno dominio de tu mente, de tus emociones, de tu presencia y de tu poder personal y los utilices para lograr tu sueño. TU CUERPOMENTE UNIDO A TU ESPIRITU ES INFINITO, DINAMICO, CAPAZ, SENSIBLE, POTENTE, ES GENUINAMENTE TÚ.
Imagina esta situación: tú eres un magnífico palacio, en medio de un exuberante valle, pero, como no lo sabes, vives en un rincón de un sótano medio oscuro, creyendo que es todo lo que hay o lo que te mereces. ¿Te das cuenta lo que te estás perdiendo?
Tú puedes salir del rincón y descubrir que tienes las posibilidades para iluminar el sótano, limpiarlo de lo que ya no te sirve y salir a conocer el palacio, el cual, por otro lado, está en construcción permanente. En creación permanente, sería más correcto.
Porque esa es llave de cualquier cambio: LA CREATIVIDAD.
¿La relaciona con los artistas, los genios, los niños? Afortunadamente, la creatividad es una parte inherente y constitutiva de los seres humanos. ¿Por qué?
Porque TODO ES CREACIÓN. ¿No llamamos “El Gran Creador” a Dios? ¿No se dice que estamos hechos a su imagen y semejanza?
Por lo tanto, TÚ ERES UN CO-CREADOR DE LA VIDA... DE “TU” VIDA.
¿Qué has creado hasta ahora? ¿Qué deseas crear de aquí en adelante?
PARA VIVENCIAR
ESCRIBE UNA AUTOBIOGRAFÍA POSITIVA.
• Cuenta, animadamente, los hechos más hermosos, notables, motivantes, tiernos, divertidos, emotivos que marcaron tu vida. No escribas ninguna experiencia negativa o “buena, pero”, porque de esa manera la estás diluyendo.
• Rescata de los momentos difíciles el valioso aprendizaje que ellos significaron para ti. Si nunca lo pensaste así, comienza a hacerlo. En la próxima Lección, apreciarás más sobre la importancia de aprender de cualquier experiencia.
• Puedes empezar desde antes de tu nacimiento (cuando tus padres se conocieron) y relatar hasta el día de hoy. Si hay cosas que no conoces, averígualas o... ¡invéntalas!
• La memoria es completamente subjetiva: si te contaste una historia llena de desgracias y problemas es porque no estás valorando todo lo bueno, enriquecedor, solidario, valiente, bello que también has vivido... y que puedes vivir.
• Una parte fundamental: ¿cómo deseas que continúe? Escribe tu futuro en presente, como si fuera hoy, como si YA lo estuvieras viviendo:
- cómo es tu día,
- con qué personas te relacionas,
- qué trabajo tienes,
- cómo te sientes,
- qué actitudes tienes,
- cómo usas los recursos que posees,
- qué potencial desarrollas.
• Hazlo tan corto o largo, simple o complicado como quieras, pero involúcrate de cuerpo y alma con tu relato. Cuanta más pasión pongas y más claramente lo veas, más rápidamente será real. No escribas cómo llegar allí, ni algo cerrado y “seguro”: deja que la Vida te vaya sorprendiendo con cosas mejores que las que pudiste soñar.
¿PARA QUE HACERLO?
Si dices que deseas algo, pero piensas o haces lo contrario, no lo lograrás, porque sólo la unidad, la integración de tu cuerpomente y de tu energía dirigidas hacia un fin llevan a la realidad lo que expresas. Esta Práctica te hace conciente del valor de tu vida y de lo que puedes lograr. Una vez que tienes clara tu meta, deja que ella te vaya guiando (abierto, confiado y feliz), sabiendo que está sucediendo. Agradece todo lo que se vaya materializando.
Tus pensamientos negativos o tus dudas o miedos bloquearán lo que te propones. Cuando uno de ellos aparezca, suéltalo y reemplázalo por uno positivo. Sé constante hasta que sólo tengas pensamientos positivos.
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ARMONIZANDO LAS DUALIDADES
DIA Y NOCHE.
LUZ Y OSCURIDAD.
¿Opuestos?
¿Dos caras de una misma moneda?
¿Qué crees?
¿Sabes que lo que piensas sobre este tema es más importante de lo que imaginas?
¿Por qué?
Porque vives entre DUALIDADES.
Femenino / Masculino. Alto / Bajo. Norte / Sur. Pobre / Rico. Bueno / Malo. Caliente / Frío. Blanco / Negro. Gordo / Delgado. Lindo / Feo. Vida / Muerte.
Tú registras el mundo en estos términos y raramente tomas conciencia de ello, ¿no es cierto?
¿Cuál es el problema?
Piensa, ¿no te la pasas dividido entre opuestos?, ¿deseando uno y rechazando el otro?, ¿tratando de alcanzar uno y huyendo del otro?, ¿queriendo ser uno y temiendo el otro?
¿Te das cuenta la importancia de las dualidades? ¿Qué tiene eso que ver con la actitud?
Muchísimo. ¿Cómo te sientes cuando parece que “la oscuridad” se apodera de tu vida? Recuerda...
¿Restringes la respiración?
¿Te contraes?
¿Te endureces?
¿Te aíslas?
¿Peleas?
¿Te enfermas?
En síntesis, te pasas completamente del lado de la oscuridad. Te “olvidas” de abrirte, expandirte, unirte, fluir, sanarte.
Si tu cuerpomente es un todo que interactúa y esto se refleja en tu actitud: ¿cómo esperas atravesar la oscuridad, si estás duro y cerrado como un soldado? Sólo lo puedes hacer si combates y lo que estás tratando de evitar es justamente esta posición. ¿Qué hacer, entonces?
ENCUENTRA LA ARMONIA
Las famosas dualidades son nada más que oportunidades para aprender a través de los extremos. Cualquier experiencia “negativa” conlleva una lección: generalmente, es una resistencia a dejar lo viejo y conocido, a incorporar una actitud novedosa, a crecer más abierta, sabia y amorosamente. Una vez que experimentaste la enseñanza de esa lección, no necesitas seguir “pegado” a ella: puedes liberarla.
¿Recuerdas que recién mencioné atravesar la oscuridad? De eso se trata:
No huyas. No pelees. No te resistas. No te contraigas. No te enojes.
OBSERVA LO QUE SUCEDE
ACEPTA
ÁBRETE A LA ENSEÑANZA QUE ESA EXPERIENCIA TRAE A TU VIDA
LIBERA LO QUE YA NO TE REPRESENTE
CREE QUE PUEDES
CREA LO QUE NECESITES PARA SER FELIZ
¿Qué significa aceptar? No es resignarse, renunciar, someterse, conformarse.
Aceptar es una actitud vital, que libera una gran cantidad de energía usada en luchar y rechazar, y que puede ser utilizada para crear. Es confiar en que todo lo que sucede tiene un propósito y que la Vida se irá desenvolviendo de manera de conducirte hacia lo mejor para ti. Es comprender que no sabes todo y abrirte a una nueva posibilidad que la Vida te ofrece con generosidad.
¿Cómo llevarlo a tu vida cotidiana?
PARA VIVENCIAR
• Toma una hoja, divídela en dos y escribe de un lado todo lo “POSITIVO” que eres o que haces y del otro lado lo “NEGATIVO”.
- Por ejemplo, “soy sociable, me gusta la gente / me cuesta relacionarme cuando no conozco a nadie en una reunión”, “soy generoso con mis amigos / soy avaro con mis libros”, “soy cariñoso con mis hijos / no demuestro afecto a mi esposa”, “me cuido en las comidas / a veces, hago dietas extremas, porque no me gusto”.
- ¿Cuál es el propósito? Darte cuenta de que, en ti, conviven los dos extremos, que nada está afuera de tu mundo, así dejarás de proyectar las virtudes y defectos en los demás y podrás aceptarlos como partes tuyas.
- Recuerda que tú eres más que tus dualidades. Como todo el mundo, las tienes y van cambiando con el tiempo, pero no te defines por ellas: TÚ ERES UN SER HUMANO INTEGRO Y MARAVILLOSO, EN CONSTANTE EVOLUCION.
• Observa tu actitud frente a las partes “negativas” o a los problemas:
- ¿Huyes, los niegas, te paralizas por el miedo, te enfermas, te estresas, te sobreexiges, te enojas, te avergüenzas, te culpas, no te los puedes sacar de la cabeza, por ejemplo?
• Cuando tomes conciencia de alguno de estos comportamientos:
- Percibe si cortas o restringes la respiración y comienza a respirar lo más lentamente que la situación te permita.
- Toma nota de tus tensiones y trata de relajar tu cuerpo, soltando la musculatura con la exhalación.
- Acepta lo que sientas, lo que piensas, lo que sucede; no te critiques ni te juzgues.
- Pregúntate qué aprendizaje trae esa experiencia, qué puedes modificar, qué nueva actitud es posible construir.
- Por ejemplo: si critican algo que hiciste y tú acostumbras enojarte, respira, relájate y dile a tu interlocutor: “no pensé en esa posibilidad, ¿cómo lo harías tú?”. Con esto, continúas en dominio de tu persona y puedes seguir conversando y quizás aprendiendo algo nuevo, al transformar la crítica en aporte o, en todo caso, disolviéndola con tu actitud positiva.
¿PARA QUÉ HACERLO?
Porque, poco a poco, aprenderás que respirando, relajándote y aceptando todas las circunstancias internas o externas, puedes usar cualquier experiencia para construir algo nuevo y mejor, con compasión, sabiduría y alegría.
Sin importar lo que está sucediendo, la Luz ilumina cualquier oscuridad. Una vela es capaz de abrir la noche más densa. Comienza por reencontrarte con tu luz interna, escucharla y dejarla crecer, hasta que guíe tu camino.
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EXPANDIENDO TU RESPIRACIÓN
Imagina que estás frente a una brasa encendida.
Sopla, buscando crear una llama.
Observa cómo lo haces:
¿Tomas aire por la nariz o por la boca?
¿Respiras por el pecho o por la panza?
¿Te fuerzas o lo haces suavemente?
¿Te estás mareando o energizando?
¿Cómo te sientes? Quizás, diferente a cómo comenzaste. Algo tan sencillo como la respiración transforma rápidamente los estados físicos, emocionales y mentales.
Por ser una función natural, la das por sentada y no valoras su trascendencia, pero, a través de ella, recibes la energía universal, fuente de vitalidad.
La respiración cambia frente a cada emoción. Recuerda y observa: ¿cómo es en la alegría, en la tristeza, en el enojo, en la ansiedad?
¿Cuál es tu reacción automática frente al dolor, el miedo, algo inesperado o traumático? DEJAS DE RESPIRAR O TE RESTRINGES, con lo cual quedas atrapado en la emoción o el problema; te cierras y los contienes adentro en lugar de exhalarlo y abrirte a lo que trae.
¿Sabías que esta pauta se incorporó tempranamente (en tu infancia, frente a circunstancias en las cuales no podías actuar) y ya no te das cuenta de ella? Por eso, ser conciente de la respiración es la llave para ser tú mismo, sin los condicionamientos del pasado.
Respirar totalmente implica que te relaciones con el mundo que te rodea sin miedos, restricciones ni reservas, con tu Ser completo. Si la tienes en cuenta, percibes la riqueza y la profundidad de cada vivencia, lo que te conecta con tu genuina naturaleza y con la Vida misma.
¿Tanto por tan poco? Así es, la simpleza es la clave de la Naturaleza.
¿Cómo puedes ampliar tu pauta respiratoria?
PARA VIVENCIAR
Volvamos a tu brasita encendida.
• Respira por la nariz y sopla muy suavemente.
• Si tomas aire por el pecho, hazlo por la panza. Imagina que tu vientre es un globo, que se infla cuando inhalas y se desinfla a medida que vas exhalando.
• ¿Cómo soplas? ¿Mucho de entrada y después te quedas sin aire? Sopla siempre a un mismo ritmo, la misma cantidad del principio al fin, gradualmente.
• ¿Te diste cuenta de que puedes usar los abdominales para terminar de sacar el aire? Si no, hazlo ahora. Sin forzar, empuja con los músculos de la panza hacia adentro, sacando hasta la última gota de aire.
• Respira así unos momentos. Ahora, prueba exhalar totalmente y quedarte sin aire. ¿Qué sucede?
• ¿Inhalas espontáneamente con amplitud? ¡Muy bien! Es imposible “no respirar”: tu cuerpo te lo pide... Hazlo algunas veces: inhala inflando la panza y exhala sacando el aire lentamente, ayudándote con los abdominales.
• ¿Sientes que se expande tu respiración y necesitas tomar también aire por el pecho? Bien, hazlo. Comienza por la panza, abre las costillas hasta el cuello (¡sin levantar los hombros!) y exhala, cerrando el pecho y luego la panza. Ahora, respira siempre por la nariz.
• Cierra los ojos y siente que la respiración expande tu cuerpo. Se contrae levemente en la exhalación y se amplía placenteramente en la inhalación. Todo tu cuerpo respira, cada célula se llena de la energía vital del Universo.
¿PARA QUE HACERLO?
¿Cómo te sientes? ¿Relajado, energizado, expandido? ¡Qué maravilloso regalo es la respiración! Y sin embargo, no le prestamos atención...
Toma conciencia de tu respiración en todo momento y úsala para: disolver el estrés, incrementar la energía, aumentar la resistencia física, favorecer una excelente madurez, ampliar la atención mental, reducir el dolor, mejorar algunas enfermedades (asma, trastornos cardíacos, hipertensión), aceptar y transmutar las emociones, simplificar el autoconocimiento psicológico, colaborar en la conexión espiritual.
¿Quieres saber algo más de ella? La pieza clave de la respiración es un músculo del que quizás ni escuchaste hablar y que no se ve, pero que es sumamente importante: EL DIAFRAGMA. Separa el tórax del abdomen y tiene forma de paraguas. En la inhalación, se estira, dejando lugar a que los pulmones se ensanchen y se llenen de aire y sangre. Al exhalar, vuelve a su posición y los ayuda a “exprimirse”.
Cuando respiras por el pecho, estás usando las costillas y los músculos intercostales, lo cual es un esfuerzo innecesario, ya que el diafragma es el que mejor está preparado para esta función. ¿Te das cuenta de que el esfuerzo está instalado desde lo más básico?
Además, respirar por el pecho genera muchas veces TRASTORNOS DE ANSIEDAD e incluso ATAQUES DE PANICO. Entre otras causas, estos inconvenientes son también la consecuencia de respirar rápidamente o forzando la exhalación, lo que expulsa demasiado dióxido de carbono, creando un desequilibrio químico, responsable de muchos cambios orgánicos. Para ello, es conveniente respirar en una bolsa de papel o con un pañuelo sobre la cara, hasta que el balance se restablezca. Quizás, también sea necesario moverse, para ayudar a liberar la rigidez que suele producirse.
Vuelve a tomar conciencia de la respiración.
• Siéntate cómodamente. Inhala y exhala por la nariz, usando el diafragma.
• Continúa hasta que vayas tomando conciencia de que la Vida te respira, de que una benévola y poderosa energía te mantiene vivo y te conecta con la existencia toda. La respiración fluye rítmicamente, expandiéndose y contrayéndose, tomando y dando, acompañada por tu cuerpo.
• Siente tu energía extendiéndose. Este aire que inspiras ha viajado por todo el planeta, por todos los tiempos: te hermana con toda la humanidad. Respira sintiéndote uno con todos.
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VIVIENDO EN TU CUERPO
Cierra la mano en puño.
Ábrela lentamente hasta extender los dedos al máximo.
Vuelve a cerrarlos.
¿Cuándo estás así contraído?
Comienza a abrir suavemente, sintiendo cómo se expanden tus dedos.
¿En qué momentos te sientes abierto y amplio?
Permite que la mano se relaje. Notarás que queda en una posición intermedia.
Permite que la armonía se instale en ti.
¿Sientes la diferencia de tonicidad de tus músculos en cada instancia? Si estás acostado, descansando, tu tonicidad será baja, ya que no estás realizando ninguna actividad; si te tuvieras que levantar rápidamente por una emergencia, tu tono cambiaría bruscamente hacia uno alto, a fin de proporcionarte la tensión necesaria.
La tonicidad cambia en cada actividad y también en cada estado de ánimo (como la respiración, ¿te diste cuenta?). No es lo mismo caminar cuando estás entusiasmado, que cuando estás deprimido o cansado.
Idealmente, el tono debería ser flexible, para permitirte pasar por toda la escala de sentimientos y volver a tu tono habitual. Pero, al igual que la respiración, el equilibrio de tu tono general se rompió reiteradamente en tu infancia, debido a distintas experiencias, y quedó fijado en uno hipertónico (alto) o hipotónico (bajo).
Un individuo hipertónico tiene tendencia a hacer con el cuerpo más de lo necesario, a tensarse en cada actitud o movimiento más de lo útil.
Un hipotónico está con un tono inferior al normal, por lo que propende a arrastrar un cuerpo pesado y pasivo.
Estos son dos extremos del arco, con gradaciones diferentes para cada persona.
¿Con cuál te identificas más?
¿Para qué te sirve saber cuál es tu tono?
Porque, como te habrás dado cuenta, éste expresa tu relación contigo, con lo que haces y con el entorno. ¿Cómo?
Si eres hipertónico, pareces estar siempre “en la lucha”, haciendo esfuerzos excesivos para conseguir tus objetivos.
Si eres hipotónico, pareces haber abandonado toda posibilidad, esforzándote también para poder moverte hacia una meta.
En síntesis, la falta de conciencia y de flexibilidad de la tonicidad produce una difusa sensación de lucha contra el mundo, de exigencia y disconformidad contigo mismo y los otros y de falta de sostén y contención.
¿Por qué? Porque el tono está relacionado con el CONTACTO.
Estar en contacto con un objeto o sujeto es ir hacia él, comunicarse. Sería parecido a “fundirse”, sin perderse en él. Seguramente, lo habrás observado entre un músico y su instrumento o lo habrás sentido cuando está consustanciado con un objeto o una persona a la que ama.
• En este momento, es probable que estés leyendo sentado en una silla. En un nivel inconciente, tú sabes que la silla existe y que tu cuerpo está tocándola, pero, si estás muy concentrado en la lectura o estás contracturado, es como si estuvieras literalmente sosteniendo tu cuerpo en el aire.
• Al terminar de leer este párrafo, cierra los ojos y haz lo siguiente: toma unas cuantas respiraciones profundas e imagina que tomas contacto con la silla, que los límites entre ella y tu cuerpo se desdibujan y los dos se comunican. Te dejas sostener por la silla. Hazlo ahora. ¿Puedes notar la diferencia?
ESTAR EN CONTACTO CON EL MUNDO ES DEJARTE SOSTENER POR EL.
ESTAR EN CONTACTO CON LA VIDA ES SENTIRTE CONTENIDO POR ELLA. ES CONFIAR.
¿Cuál es el sostén de tu cuerpo? EL ESQUELETO.
¿Cuáles son los soportes externos de tu cuerpo? Todo lo que tocas, los lugares o las personas en los que te apoyas.
¿Cómo incorporar esto a la vida diaria?
PARA VIVENCIAR
• Si estás parado, descarga el peso a la Tierra (que te sustenta y nutre), siente la estructura del esqueleto sosteniéndote y deja que los músculos caigan por el propio peso de la gravedad hacia abajo.
• Si estás sentado o descansando, percibe los lugares en donde tu cuerpo se apoya y suéltate en cada exhalación (nunca olvides la respiración). SIEMPRE TOMA NOTA DE TUS PUNTOS DE APOYO.
• Si realizas cualquier actividad, siente que la haces desde tus huesos (no desde los músculos): imagina la acción desde los huesos involucrados y usa sólo la fuerza necesaria (no más). Algunos ejemplos: quizás, tiendes a apretar excesivamente el lápiz para escribir o el picaporte de la puerta para abrirla o un cuchillo para cortar la comida. NO ES NECESARIO TANTA INTENSIDAD.
• Quizás, al contrario, te sientes pesado y apenas tienes fuerza para hacer algo. Igualmente, realizar las cosas desde los huesos aligerará tu tonicidad. Toma nota de tu pauta respiratoria, porque probablemente también sea “lenta y pesada”. Ejercita la práctica de la Lección anterior con constancia.
• Si compartes una actividad con alguien (como empujar un mueble o levantar un peso), pónganse de acuerdo para hacerlo desde estas premisas: empujando el suelo con los pies, el objeto con los brazos, exhalando en el momento del esfuerzo (o respirando concientemente) y usando sólo la intensidad adecuada.
¿PARA QUE HACERLO?
La forma en que haces las cosas es consecuencia de tu actitud interna, de lo que piensas y sientes acerca de la vida. Comienza por cambiar las maneras y, poco a poco, irás transformando tu actitud y dándote cuenta de que llevas esta concepción de esfuerzo excesivo hacia todas las áreas de tu vida, privándote de hacerlas con placer y entusiasmo. Comienza a observar y te llevarás muchísimas sorpresas.
La conciencia de los soportes físicos (el suelo, la silla, la Tierra), ¿te hace tomar conciencia de que también tienes soportes mentales (tus ideales, tu apertura, tu capacidad de aprender y crecer), emocionales (tu autovaloración, tu coraje, tu amor), intelectuales (tus estudios, tus conocimientos), laborales (tus experiencias en distintos trabajos), familiares y amistosos, espirituales (tus creencias, tu conexión con la Vida y Dios), de todo tipo?
¿Los tienes en cuenta o crees que estás solo, sin recursos, frente a los acontecimientos? Por sobre todo, ¿tomas conciencia de que la Vida, expresada de mil maneras, te sostiene continuamente?
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VIVIENDO EN TU CUERPO
Cierra la mano en puño.
Ábrela lentamente hasta extender los dedos al máximo.
Vuelve a cerrarlos.
¿Cuándo estás así contraído?
Comienza a abrir suavemente, sintiendo cómo se expanden tus dedos.
¿En qué momentos te sientes abierto y amplio?
Permite que la mano se relaje. Notarás que queda en una posición intermedia.
Permite que la armonía se instale en ti.
¿Sientes la diferencia de tonicidad de tus músculos en cada instancia? Si estás acostado, descansando, tu tonicidad será baja, ya que no estás realizando ninguna actividad; si te tuvieras que levantar rápidamente por una emergencia, tu tono cambiaría bruscamente hacia uno alto, a fin de proporcionarte la tensión necesaria.
La tonicidad cambia en cada actividad y también en cada estado de ánimo (como la respiración, ¿te diste cuenta?). No es lo mismo caminar cuando estás entusiasmado, que cuando estás deprimido o cansado.
Idealmente, el tono debería ser flexible, para permitirte pasar por toda la escala de sentimientos y volver a tu tono habitual. Pero, al igual que la respiración, el equilibrio de tu tono general se rompió reiteradamente en tu infancia, debido a distintas experiencias, y quedó fijado en uno hipertónico (alto) o hipotónico (bajo).
Un individuo hipertónico tiene tendencia a hacer con el cuerpo más de lo necesario, a tensarse en cada actitud o movimiento más de lo útil.
Un hipotónico está con un tono inferior al normal, por lo que propende a arrastrar un cuerpo pesado y pasivo.
Estos son dos extremos del arco, con gradaciones diferentes para cada persona.
¿Con cuál te identificas más?
¿Para qué te sirve saber cuál es tu tono?
Porque, como te habrás dado cuenta, éste expresa tu relación contigo, con lo que haces y con el entorno. ¿Cómo?
Si eres hipertónico, pareces estar siempre “en la lucha”, haciendo esfuerzos excesivos para conseguir tus objetivos.
Si eres hipotónico, pareces haber abandonado toda posibilidad, esforzándote también para poder moverte hacia una meta.
En síntesis, la falta de conciencia y de flexibilidad de la tonicidad produce una difusa sensación de lucha contra el mundo, de exigencia y disconformidad contigo mismo y los otros y de falta de sostén y contención.
¿Por qué? Porque el tono está relacionado con el CONTACTO.
Estar en contacto con un objeto o sujeto es ir hacia él, comunicarse. Sería parecido a “fundirse”, sin perderse en él. Seguramente, lo habrás observado entre un músico y su instrumento o lo habrás sentido cuando está consustanciado con un objeto o una persona a la que ama.
• En este momento, es probable que estés leyendo sentado en una silla. En un nivel inconciente, tú sabes que la silla existe y que tu cuerpo está tocándola, pero, si estás muy concentrado en la lectura o estás contracturado, es como si estuvieras literalmente sosteniendo tu cuerpo en el aire.
• Al terminar de leer este párrafo, cierra los ojos y haz lo siguiente: toma unas cuantas respiraciones profundas e imagina que tomas contacto con la silla, que los límites entre ella y tu cuerpo se desdibujan y los dos se comunican. Te dejas sostener por la silla. Hazlo ahora. ¿Puedes notar la diferencia?
ESTAR EN CONTACTO CON EL MUNDO ES DEJARTE SOSTENER POR EL.
ESTAR EN CONTACTO CON LA VIDA ES SENTIRTE CONTENIDO POR ELLA. ES CONFIAR.
¿Cuál es el sostén de tu cuerpo? EL ESQUELETO.
¿Cuáles son los soportes externos de tu cuerpo? Todo lo que tocas, los lugares o las personas en los que te apoyas.
¿Cómo incorporar esto a la vida diaria?
PARA VIVENCIAR
• Si estás parado, descarga el peso a la Tierra (que te sustenta y nutre), siente la estructura del esqueleto sosteniéndote y deja que los músculos caigan por el propio peso de la gravedad hacia abajo.
• Si estás sentado o descansando, percibe los lugares en donde tu cuerpo se apoya y suéltate en cada exhalación (nunca olvides la respiración). SIEMPRE TOMA NOTA DE TUS PUNTOS DE APOYO.
• Si realizas cualquier actividad, siente que la haces desde tus huesos (no desde los músculos): imagina la acción desde los huesos involucrados y usa sólo la fuerza necesaria (no más). Algunos ejemplos: quizás, tiendes a apretar excesivamente el lápiz para escribir o el picaporte de la puerta para abrirla o un cuchillo para cortar la comida. NO ES NECESARIO TANTA INTENSIDAD.
• Quizás, al contrario, te sientes pesado y apenas tienes fuerza para hacer algo. Igualmente, realizar las cosas desde los huesos aligerará tu tonicidad. Toma nota de tu pauta respiratoria, porque probablemente también sea “lenta y pesada”. Ejercita la práctica de la Lección anterior con constancia.
• Si compartes una actividad con alguien (como empujar un mueble o levantar un peso), pónganse de acuerdo para hacerlo desde estas premisas: empujando el suelo con los pies, el objeto con los brazos, exhalando en el momento del esfuerzo (o respirando concientemente) y usando sólo la intensidad adecuada.
¿PARA QUE HACERLO?
La forma en que haces las cosas es consecuencia de tu actitud interna, de lo que piensas y sientes acerca de la vida. Comienza por cambiar las maneras y, poco a poco, irás transformando tu actitud y dándote cuenta de que llevas esta concepción de esfuerzo excesivo hacia todas las áreas de tu vida, privándote de hacerlas con placer y entusiasmo. Comienza a observar y te llevarás muchísimas sorpresas.
La conciencia de los soportes físicos (el suelo, la silla, la Tierra), ¿te hace tomar conciencia de que también tienes soportes mentales (tus ideales, tu apertura, tu capacidad de aprender y crecer), emocionales (tu autovaloración, tu coraje, tu amor), intelectuales (tus estudios, tus conocimientos), laborales (tus experiencias en distintos trabajos), familiares y amistosos, espirituales (tus creencias, tu conexión con la Vida y Dios), de todo tipo?
¿Los tienes en cuenta o crees que estás solo, sin recursos, frente a los acontecimientos? Por sobre todo, ¿tomas conciencia de que la Vida, expresada de mil maneras, te sostiene continuamente?
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EXPRESANDO TU ACTITUD PLENA
¿Te fuiste dando cuenta de que tu actitud corporal es un reflejo de tu actitud emocional y mental? En palabras de Alexander Lowen, creador de la Bioenergética, “tú eres la suma total de tus experiencias vitales, cada una de las cuales está registrada en tu personalidad y estructurada en tu cuerpo”.
TU CUERPO TE EXPRESA.
Tu actitud frente a la vida se manifiesta en la manera en que respiras, te tensas o te desplomas, te paras, te mueves, te conduces. Es fácil diferenciar una persona llena de energía, bien plantada, comunicativa, de otra sombría, rígida, aislada, de una tercera agobiada, con la espalda encorvada y la cabeza hundida.
Acostumbrados a “enrollarnos” en lo mental o a abrumarnos en lo emocional, hemos perdido la experiencia de atender a la sabiduría de nuestro cuerpo. Ten en cuenta que tus síntomas, enfermedades, dolores te “hablan” de tus dificultades, de lo que has vivido y no puedes liberar, de lo que puedes vivir y temes. Todo lo que has vivenciado está en tus células: ellas saben. Escucha.
¿Cómo? Comienza por escuchar tu postura.
PARA VIVENCIAR
• POSICIÓN 1: Párate y lleva tu pelvis lo más atrás que puedas. Haz tu curvatura lumbar muy exagerada y observa cómo tu pecho y tu cabeza se adelantan y tu cuerpo tiende a la rigidez. Pregúntate:
¿Qué lugares percibes tensos o incómodos?
¿Tienes que hacer fuerza en alguna parte para sostenerte?
¿Qué zonas notas menos?
¿De qué forma respiras?
¿Qué sientes?
¿Qué pensamientos aparecen asociados a esa actitud?
¿Cómo te identificas con ella?
¿Conoces a alguien que se para así?
• POSICIÓN 2: Muévete un poco para liberar la postura. Ahora, párate llevando la pelvis hacia delante hasta que desaparezca la curvatura lumbar (sacarás panza). Notarás que tus hombros y tu pecho se hunden y tu cabeza tiende a caer. Vuelve a hacerte las mismas preguntas. Obtendrás respuestas muy diferentes...
• Quizás, registraste que la gravedad (esa fuerza invisible que nos atrae hacia la tierra) te juega una mala pasada en estas dos posiciones: tienes que esforzar los músculos para no caerte. Centrar tu cuerpo con un eje que lo sostenga te hará sentir liviano y abierto. ¡Manos a la obra!
• POSICIÓN 3: UNA ACTITUD CENTRADA Y ARMONIOSA
- Párate con los pies un poco separados, apuntando al frente,
- las rodillas apenas flexionadas,
- vuelve a la segunda posición (con la pelvis adelante) y lentamente busca un lugar intermedio de la pelvis, en la que sientas cómoda la curvatura lumbar, (hazlo con paciencia, sensibilidad y atención: la pelvis es la clave de la postura),
- notarás que comienzas a “crecer” y que tu pecho se abre suavemente,
- rota los hombros hacia atrás y deja caer los brazos flojos,
- toma tus cabellos en la cúspide de la cabeza (la mollera) y estira el cuello, mirando al horizonte.
- Otra vez, hazte las preguntas del inicio.
Al realizar esta práctica te puedes llevar un par de sorpresas... espero que te resulten buenas! No olvides que toda experiencia es una oportunidad de aprender, que te ayudará a crecer.
Si la actitud general del cuerpo, te da una idea de tu personalidad, cada parte también expresa algo tuyo. ¿Un ejemplo?:
PARA VIVENCIAR
• Párate como lo haces habitualmente. Observa cómo colocaste los pies.
• ¿Apuntando para adentro? ¿Hacia fuera, como un pato? ¿Derechos, dirigidos al frente? ¿Con el peso en los metatarsos, en los talones o en el arco?
• Cada posición implica una forma distinta de contactarte con el suelo, la gravedad y la realidad y de enfrentarte a los acontecimientos de la vida.
• Adopta las distintas posturas y fíjate qué te indican.
¿PARA QUE HACERLO?
Tu cuerpo está generalmente fijado en algunas actitudes, como corolario de lo que has vivenciado, principalmente en tus primeros años. Liberarlo de ello hará que puedas vivir plena y libremente lo que te está sucediendo ahora. Al equilibrar tu actitud, la vivenciarás lo suficientemente flexible y armoniosa como para acompañarte en todas tus actividades y sentimientos.
¡QUE MARAVILLOSA SENSACIÓN LA DEL CUERPO VITAL, CENTRADO, PLENO DE ENERGIA, ENTUSIASMO Y PROPÓSITO!
Hacer un camino de evolución personal incluyendo al cuerpo es altamente transformador. Mientras, desde lo mental, tiendes a racionalizar, juzgar o divagar, el cuerpo es un noble aliado que te responde rápida y efectivamente, produciendo cambios concretos. Y no olvides lo espiritual. El cuerpo y su energía son un sistema de altísima magnitud, que espeja y actúa los demás niveles.
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ENERGIZANDO TU PRESENTE
¿Cómo estás en este momento?
Cansado, tenso, relajado, pesado, alegre...
¿Cómo está tu energía?
Alta, baja, no la experimentas...
¿Qué otras cosas están sucediendo?
Percibes ruidos, olores, movimientos, sensaciones, diferentes estímulos...
Te invito a transformar tu realidad (que es la de este instante):
Pon una música que te guste y te alegre y ¡baila!
O simplemente levántate y comienza a saltar, moverte, estirarte, cantar, lo que te surja hacer.
¿Cómo estás ahora?
¿Qué pasó con tu energía?
¿Qué percibes de los estímulos internos y externo?
Todo cambió, ¿no es cierto?
Como fuiste vivenciando, tu realidad es la de este instante. ¿Pensaste que, en la cultura en que vivimos, el presente es casi inexistente? ¿Una especie de “relleno” muy delgado entre el pasado y el futuro? Tú cargas con las experiencias, errores, problemas, decisiones de lo que sucedió, mientras corres ansioso tratando de planear, adivinar, adelantarte a lo que va a pasar, por si algo terrible pudiera ocurrirle a ti o a los que quieres. ¿Dónde está el presente? Ausente...
LA VIDA ESTÁ SUCEDIENDO AHORA, AQUÍ. ES UN PRESENTE CONTINUO.
La dificultad de ver lo obvio, ¿no es así? Como te fuiste dando cuenta con la respiración, la tonicidad y la actitud, estás atado a formas que incorporaste cuando eras un niño y de las que nunca tomaste conciencia. Alguien te dice algo que te molesta y te enojas o te sientes una víctima. Se produce un ruido extraño y te sobresaltas o crees que es un ladrón. Escuchas una noticia triste y te deprimes o corres a ayudar. ¿Qué es lo más adecuado en cada momento? No lo sabes. REACCIONAS, de acuerdo a tu pasado.
Cuando vives el momento (sin pensar en lo que vendrá ni en lo que hiciste), encuentras la riqueza inherente a la Vida misma. Todas las percepciones, soluciones, posibilidades, respuestas, residen en este segundo, en este cruce de cientos de inimaginables líneas de hechos y potencialidades, que tú puedes captar y llevar a la acción. Sólo con atención conciente puedes alcanzar la sabiduría del momento, sin reaccionar.
Tú puedes crecer y desarrollarte hasta el final de tus días. Sin importar tus experiencias, tu nivel social, intelectual o laboral, tus “errores” (que no existen: todo es aprendizaje; sólo tienes que darte cuenta y hacer algo distinto) o cualquier cosa que te condicione, te haga sentir inferior o carente de algo, TÚ TIENES EN CADA MOMENTO LA OPORTUNIDAD DE APODERARTE/EMPODERAR (DAR PODER) TU VIDA, CAMBIAR, CRECER, CREAR LO QUE CREES LO MEJOR PARA TI.
¿Egoísmo, egocentrismo? No. ES TU RESPONSABILIDAD. ¿Quién puede responder por ti? Nadie, sólo tú. Si haces lo que tu corazón te indica, si dejas de cerrarte y quejarte y tomas cada posibilidad que la Vida te ofrece, si vives intensamente cada momento, estarás sanando tu pasado y creando un futuro sorprendente.
Te sentirás tan bien que será un placer estar contigo y, además, estarás ofreciendo un modelo de posibilidad para los que tienes alrededor.
¿Cuál es la clave? SÉ COMO UN NIÑO, en tu actitud. ¿Acaso ellos no están llenos de confianza, energía, alegría, sabiduría, espontaneidad, imaginación, libertad, intuición?
¿Crees que perdiste estas cualidades al generar la estructura (rígida y agobiante) de tu “adultez”, al tomar la vida “seriamente”?. No, tu niño interior sigue vivo y deseoso de ayudarte a abrazar y jugar la vida, brindándote todos sus dones. Sólo necesitas que te conectes con él y que lo contengas con la estructura flexible y responsable que tú construyas... y que se conecte con el amor de tu Espíritu, siempre sano y libre.
¿Cómo hacerlo? Ya tienes los elementos básicos: RESPIRA, SIENTETE CONTENIDO Y SOSTENIDO POR LA VIDA, TEN UNA ACTITUD POSITIVA, CREADORA, ALEGRE.
PARA VIVENCIAR
· SÉ CONCIENTE DE CADA MOMENTO. Si vives en tu burbuja mental o pendiente de tus cambios anímicos, te estás perdiendo la vida, porque lo que pasó, pasó y lo que viene, no lo conoces. ¿Sabes por qué se lo llama “presente”?. Porque es un regalo. Ábrelo y desenvuelve la sabiduría, la abundancia y la alegría que contiene, como bien lo sabe tu niño interior.
· ESCUCHA TU CUERPO. Él te da toda la información que necesitas... y las respuestas. Percibe: los mínimos cambios corporales y energéticos, las posturas, los tonos de voz, los gestos, las tensiones, las enfermedades.
· RESPIRA. No te cierres a lo que sucede. Usa la respiración para atravesar cualquier momento difícil o para disfrutar más el placer.
· REGISTRA TU TONICIDAD. Toma nota de la estructura de tu esqueleto, de la flexibilidad de tu tono muscular, descarga el peso a la Tierra (¡bendita Madre!) y déjate sostener por ella.
· VIVENCIA UNA ACTITUD CENTRADA Y ARMONIOSA. Mira de frente la vida, abre el pecho, pon una sonrisa en tu rostro, extiende tus manos con amor y confianza.
· PERCIBE TU ENERGIA. Si la sientes baja, levántala respirando activamente, moviéndote, bailando, caminando, como te guste más. Y, además, percibe la energía de los demás, de los ambientes, de cada momento, de cada relación. TÚ VIVES EN UN MUNDO DE ENERGIA. Fluye con ella, déjate guiar por la Vida hacia lo mejor.
¿PARA QUE HACERLO?
¿Qué estás poniendo en práctica de lo que fuiste aprendiendo?, ¿cómo te sientes?, ¿qué cambios registraste?, ¿qué cosas han mejorado?, este aprendizaje ¿ha transformado tu concepción de ti mismo y de tu inserción en la Vida?, ¿qué estás creando a partir de ello? Estas son tus razones para hacerlo.
Alguien dijo: MOMENTO PRESENTE... MOMENTO MARAVILLOSO...
Tenlo en cuenta y dítelo con continuidad, hasta que lo vivencies totalmente y puedas disfrutar en plenitud la vida que te mereces.
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CREANDO EL TRABAJO QUE SUEÑAS
¿Qué es el trabajo?
¿Una obligación para comprar lo que necesitas?
¿Una forma de adquirir status social?
¿Una carga, un sacrificio, una lucha?
¿Un empleo en donde pasas la mayor parte de tu tiempo?
¿Algo que te gusta hacer?
Quizás, de todo un poco, ¿no? Los tiempos están cambiando rápidamente, tanto que nos cuesta seguirlos. Más bien, los corremos y es sabido que, cuando uno corre, no puede pensar con serenidad. El trabajo es una de las cosas que más está cambiando, por lo que sería conveniente que encontremos un nuevo enfoque para llevarlo adelante.
En todo este Curso, hice hincapié frecuentemente sobre una actitud que es fundamental para cualquier cosa que experimentes o desees intentar: LA CREATIVIDAD.
Mencioné que tú eres el co-creador de su vida, que tienes el poder de hacer lo que creas conveniente para ti. No como una actitud egoísta, sino porque, expresándote genuinamente, puedes dar lo mejor de ti. Y, al hacerlo, tus relaciones mejoran y estás ayudando a los demás.
¿Cómo aplicas esto a tu trabajo?:
EL TRABAJO ES LA EXPRESIÓN DE TU CREATIVIDAD Y TU FORMA PERSONAL DE SERVICIO
¿Demasiado lírico? Te invito a que nos tomemos unos momentos para reflexionar juntos sobre algo tan importante, que ocupa mucho de tu vida, repasando lo que fuiste vivenciando a lo largo de este Curso:
· Aprendiste que cada cosa que haces es una expresión de ti mismo. Vivenciaste la importancia de conocerte y superar las reacciones automáticas que te hacen prisionero de tempranas experiencias, a través de vivir la riqueza del momento con plenitud. Te diste cuenta de que, cuanto más libre, presente y centrado estés, más podrás expresarte verdaderamente.
· Debido a la importancia del trabajo, ¿no es éste una manera formidable de expresarte, de sacar lo mejor de ti, de expresar tu creatividad?
· Si tú “sufres” tu trabajo, pasando largas horas de aburrimiento, presión o exigencia, ¿no te estás maltratando y girando en un círculo vicioso de dependencia, quejas, agobio, displacer y baja autoestima?
· ¿Por qué lo haces? Quizás, porque crees que es obligatorio trabajar en cualquier cosa, que haciendo lo que te gusta no vas a ganar suficiente, que no sabes lo que deseas, que no hay suficiente empleo para todos (es cierto; pero empleo y trabajo no es lo mismo: tú puedes crear tu propio trabajo o asociarte en un emprendimiento) y muchas otras causas.
· Probablemente, piensas esto porque te han hecho creer que “los demás” te tienen que dar algo o que el trabajo en sí es el dador de dinero, prestigio, valoración. Reflexiona, no te confundas: TÚ ERES EL PROTAGONISTA DE TU VIDA, TÚ ERES QUIEN SE DA EL VALOR QUE MERECES, TÚ ERES PARTE DE LA ABUNDANCIA. La famosa “abundancia” verdaderamente existe (porque la Vida es de una exhuberancia magnífica): ¿no será que te han inculcado que no hay suficiente para todos? ¿No será que tu baja auto-valoración te hace creer que no puedes tener acceso a lo que necesitas?
· Tanto sea en el trabajo que tienes o en el que desees crear o conseguir, tú puedes: pasarlo bien (con todas los recursos que fuiste viendo en este Curso), cambiar algunas cosas (entre ellas, la más importante: tu actitud), asociarte, crecer, irte, modificar el rumbo, ser aconsejado, abrir otras posibilidades, aportar ideas, etc., etc., etc.. Sólo tú decides qué hacer con tus recursos internos y externos, con tu enorme potencial, con tu poder de creación, ¿no es cierto?
· ¿Qué aprendiste acerca del “mundo, la realidad”?: que tienen que ver con tu propia estructura, con la forma en que los vivencias, que son oportunidades, afinidades, un campo de atracción que depende de esa actitud.
· Por lo tanto, si te quejas, atraerás a otros para quejarte y seguir igual. Al tener una actitud positiva y creadora, atraerás personas que están en esa línea de desarrollo y crecimiento. Esto es así en todas las áreas: ¿no te da una tremenda sensación de poder darte cuenta de que tú no eres una hoja en la tormenta, sino el protagonista de tu vida?
· Tú no estás solo. Formas parte de una red de conexiones y vínculos: contigo mismo, tu familia, amigos, conocidos, comunidad, lugar, planeta, universo. Todos estos niveles y enlaces se entrecruzan y todos son importantes y cambiantes. ¿Por qué no abrirte y conectarte? Cualquier persona puede ser un nuevo amigo, socio, compañero de aventura, consejero, mentor.
· Al hacerlo, estás uniéndote a una trama de servicio. ¿Por qué? ¿Qué hace la cajera de la tienda, el médico, el ama de casa, el albañil, el gerente, la artista, el empleado que recoge la basura? BRINDAN UN SERVICIO.
· Volvemos al inicio, ¿no es así?: ¡atrévete a expresarte genuinamente, dando lo mejor de ti, creando con entusiasmo cada día, brindando un constante servicio a los demás!
¿Algunas ayudas?
PARA VIVENCIAR
· Escribe todas las razones por las cuales NO puedes cambiar de trabajo o iniciar un emprendimiento o ganar más dinero o hacer lo que te gusta. Escribe sin parar, sin importar la redacción, sólo expresa todo lo que piensas o te han inculcado tus padres o la sociedad. Luego, léelo y toma conciencia de cuáles son las limitaciones que te impones. Libéralas. Son sólo pensamientos, no realidades. TÚ CREAS TU REALIDAD, YA LO SABES.
· Escribe todo lo que sabes, lo que estudiaste, lo que te gusta, lo que hiciste, lo que soñaste, lo que pudiste, en lo que fuiste exitoso. Apunta tus logros y experiencias: cualquiera de estas cosas pueden ser el punto de partida de algo nuevo o el soporte para modificar lo que necesites.
· Haz una lista de las personas que conoces y que te pueden ayudar para iniciar el cambio que te propones (aunque sea con un mínimo dato o con apoyo e impulso importantísimo!-). Agrega también las personas que no conoces, pero podrías contactar o... encontrar.
· Ábrete a las conexiones, a los encuentros “casuales”, a los consejos, a las asociaciones, a las ideas repentinas, a los milagros... todo es posible cuando cambias tu actitud y crees.
· ACÉPTATE. ÁMATE. UNETE A OTROS. CREEN EN ARMONIA UN MUNDO MEJOR.
¿PARA QUE HACERLO?
Porque tú no viniste a esta vida para “ganarte el pan con el sudor de tu frente” y pagarlo con luchas y sufrimientos. La vida es un don gratuito de Dios, que te invita a desarrollarte en Su Creación de la forma que elijas, en un aprendizaje continuo, pleno de alegrías, creatividad, coraje, logros, constancia, desafíos, esperanza, voluntad, entusiasmo. ¿Y el dinero? Ya lo sabes: vendrá por añadidura.
Anímate a crear la vida que mereces. Cambia tu actitud, lo que transformará todo en una sinergia de poder que te hará conciente de que actitud es Espíritu.
EL GRAN CREADOR Y LA VIDA TE SOSTIENEN, TE ACOMPAÑAN, TE GUIAN Y TE PROTEGEN. ¿QUÉ PUEDES TEMER? ABRAZA LA VIDA.
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Etiquetas: abrazar la vida, actitud positiva, autoestima, cambio de actitud, desarrollo personal, el secreto, ley de atracción